Históricamente, el cine siempre ha cuidado mucho los títulos de crédito iniciales de las películas. Para llevarlas a cabo se contrataba a algunos de los mejores diseñadores gráficos. Uno de estos diseñadores es Maurice Binder. Quizá uno de sus trabajos más famosos para el cine es la apertura de las películas de James Bond: vemos al agente 007 andando muy tenso; de repente se gira a su izquierda, nos dispara y todo se tiñe de rojo. Realmente, incluso sobran esas líneas descriptivas ya que la secuencia se ha convertido en un icono de la cultura pop y se ha repetido en todas las películas del personaje.
Sin embargo, el trabajo
que yo prefiero de Binder es la apertura con los títulos de crédito de Charade
(Charada) película de 1963, dirigida por Stanley Donen, protagonizada
por Cary Grant, Audrey Hepburn y Walter Matthau; con música de Mancini y guion
de Peter Stone basado en una historia del propio Stone y de Marc Behm, escritor
de novela negra estadounidense fallecido en Francia en 2007. La secuencia apenas supera los dos minutos. El
resultado no puede ser más pop. De fondo se oye la música de Mancini
y una combinación de flechas, espirales, laberintos del Pacman (que se creó
en los años ochenta) y líneas horizontales, todo ello con una mezcla de colores
saturadísmos, se van apoderando de la pantalla. Me viene también a la memoria
el trabajo de otro excelso diseñador, Saul Brass, en los títulos de crédito de Con
la Muerte en los Talones Vértigo o Psicosis, estos últimos en
riguroso blanco y negro y todas ellas dirigidas por Alfred Hitchcock.
La verdad es que hay mucho arte en estos títulos de crédito. Y son una manera muy eficaz de que el público les preste atención.
ResponderEliminarPor cierto, recuerdo que la peli Charada me había gustado pero apenas me acuerdo de ella. Tengo que volver a verla en cuanto pueda.