En 1980, Movieplay (discográfica que luego pasaría a ser Fonomusic y que finalmente acabaría absorbida por Warner) editaba el segundo trabajo en solitario de Rodrigo (el ex de Solera y la R de C.R.A.G.). El disco pasó inadvertido para el público general, pero la crítica resaltó la alta calidad vocal e instrumental del asunto. Como single se extrajo Laura, el tema que abría el disco y como cara B, Déjame deshacerte la cama, el tema que lo cerraba. Ambos son arquetipos del pop de altos vuelos que acostumbra(ba) a hacer Rodrigo en todos sus proyectos.
El primero es una confesión de amor platónico en el que los estilismos literarios (Sutil, salada y sibilina seda) hacen de excelso andamiaje.
La cara B es un tema más prosaico, más mundano, pero vestido con la misma calidad instrumental que caracterizó el disco del que se extrajo.