2.28.2011

Rafael Berrio-1971


Mientras escribo estas palabras está sonando de fondo el soberbio último disco del donostiarra Rafael Berrio. Y, mientras lo escucho, reflexiono y llego a la conclusión de que es uno de los discos que más me ha emocionado en los últimos tiempos. Hace un par de entradas colgué el vídeo del primer single del disco. Con el paso de los días ese single me supo a poco y empecé  a desear escuchar el disco completo. La ansiedad cada vez era mayor, y nada más que tuve un hueco me acerqué a comprar el disco. Cualquiera podría pensar que es estúpido comprar a estas alturas un disco, que es más útil bajarse el spotify y escucharlo. Pero sentía la necesidad casi enfermiza de completar el ritual compulsivo de desear un disco, ir a la tienda a comprarlo, llegar a casa y abrir cuidadosamente el disco mientras hueles el olor del papel del libreto.
El disco superó con creces mis expectativas. En primer lugar el diseño está trabajadísimo. Todo el disco imita a una de esas antiguas libretas de contabilidad. Las letras de las canciones están escritas a mano por su propio autor en los márgenes de lo que parecen ser las hojas de la libreta de contabilidad. En cuanto a las canciones, uno tiene la sensación de que componen un todo indivisible en el que es imposible añadir ni sustraer nada. Las letras de las canciones giran obsesivamente en torno a la idea (ideación) del Amor (así, con mayúscula) o del irremediable paso del tiempo. En cuanto a la música, no se han escatimado en infinitos arreglos de violín o acordeón que, junto con la Alhambra del propio Berrio, confieren un halo de orquestación que atrapa desde el primer minuto de la primera canción hasta el último segundo de la última canción. Vamos, un disco imprescindible para cualquier amante de la música.
Los músicos que han participado en esta grabación han sido:

Rafael Berrio: voz y guitarra Alhambra
Joserra Senperena: piano y acordeón
Jacob Reguilón: contrabajo y bajo eléctrico
Carlos Raya: guitarra eléctrica y clásica
Daniel Griffin: batería y percusiones
Philippa Skillman: violín
Virginia Pina: segunda voz
Letra y música por Rafael Berrio
Producido y arreglado por Joserra Senperena

Espero que después de todo lo expuesto a nadie le defraude. Que así sea.

1971


2.22.2011

Pequeño esbozo de un melómano en tratamiento

Un fantasma recorre Europa (y medio mundo): el fantasma del consumismo. Los centros comerciales están abarrotados a todas horas. A la gente no le importa la crisis ni las hipotecas. Todos los pasillos de cualquier Media Markt están repletos de familias renovando la televisión que habían comprado el año pasado por estas mismas fechas o comprando el tercer portátil para el hijo universitario (todo el mundo sabe que es importantísimo tener tres ordenadores: uno para los días pares, otro para los impares y el Mac para entretiempo). Sin embargo siempre hay una zona que estará poco/nada frecuentada. Esta zona de la que les hablo es aquella vieja sección de los grandes almacenes en la que solían colocar viejos objetos circulares que contenían música y a los que llamábamos discos compactos (cedes para los amigos más íntimos). Me resulta preocupante observar cómo la gente siente un enorme desinterés por la compra de música. Una de las actividades más placenteras que existe en la vida es situarse delante de unos discos e ir ojeando una portada tras otra hasta encontrar algo que llevarte a casa. Este fin de semana he vuelto ha recrearme en este placer contemporáneo. Los dos últimos cd's que he adquirido ya adornan lujosamente las estanterías de mi casa. Se trata del "The Queen is dead" de The Smiths y de "Todo el frío del mundo" de las gallegos Nadadora. Entre los dos me gasté la friolera de 12,85 euros. El momentazo de pasear por las estanterías de la FNAC mientras sonaba esto de fondo, no tiene precio. Larga vida al Pop. Sí señor.

2.10.2011

Rafael Berrio - Simulacro


El otro día, y por pura casualidad, me topé con este vídeo. En una primera escucha me rechinó un poco el superlativo pesimismo de este hombrecillo que fuma los puros con las misma elegancia con la que los fumaba Fidel Castro. Pero con escuchas posteriores voy descubriendo nuevos matices que cada vez me gustan más. Me encanta esa voz de típico cantautor de toda la vida. Me gusta la pose sencilla de este músico vasco amigo íntimo del gran Poch. Rafael Berrio formó parte de UHF, un grupo arropado por la escena pop de San Sebastian. Su carrera musical ha cursado por el margen de la independencia. Un nuevo hallazgo que me trae de cabeza.

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